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miércoles, 27 de febrero de 2008

Colegio Comunal Villa de Suaita

UN PROYECTO COMUNITARIO QUE REQUIERE DE LA COMUNIDAD*

Párese paradójico que uno de los pocos colegios comunales de la localidad de Bosa no cuente con el suficiente apoyo de la comunidad que día a día se identifica menos con una institución que lleva mas de 20 años funcionando.

Como en las historias de Gabriel García Marques donde lo imposible puede suceder, en el barrio Villa de Suaita de la localidad séptima hay un Colegio Comunal entorno al cual se teje una historia casi macondiana.

El Colegio Comunal Villa de Suaita es una institución educativa que fue construida por los mismos fundadores del barrio quienes uno a uno aportaron lo que humanamente podían, desde un ladrillo hasta su propia fuerza de trabajo para hacer realidad lo que en su momento era una de las principales necesidades de esta comunidad que empezaba a crecer a la ronda del rió Tunjuelito.

Pero con el pasar del tiempo, lo que era motivo de orgullo para los pobladores del barrio se ha convertido en una “PAPA CALIENTE” difícil de coger. Hoy en día, el proceso se caracteriza por un marcado desinterés y desanimo de la comunidad sobre el presente y futuro del Colegio, párese paradójico que uno de los pocos colegios comunales de la localidad de Bosa no cuente con el suficiente apoyo de la comunidad que día a día se identifica menos con una institución que lleva mas de 20 años funcionando.

Las causas son varias y los responsables también, aquí se puede mencionar problemas estructurales de una actividad económica que siempre trabajó en déficit, una deficiente administración que se acentuaba más en unos periodos que en otros, abandono de cargos, irresponsabilidad en las funciones, e incluso recientemente el colegio fue victima de la delincuencia común a través del hurto de la nomina, como dice el dicho popular, “al caído caerle”.

Pero quizás la principal causa de este declive tiene que ver con la NO INTEGRACIÓN de la comunidad para que se apropiara de esta institución, de su institución. Durante los últimos años este colegio estuvo bajo la responsabilidad de un reducido grupo de personas e incluso llego a estar en cabeza de una sola persona. Este fraccionamiento entre la comunidad y sus proyectos, esta consecuencia de la democracia delegada, este desconocimiento al no entender que los proyectos comunitarios los deben hacer la comunidad, es lo que ha llevado al Colegio Comunal Villa de Suaita a ser UN PROYECTO COMUNITARIO SIN COMUNIDAD.

Las consecuencias son trágicas, hoy en día la gran mayoría de pobladores no saben y no les interesa la situación del colegio, los diferentes intentos que desde finales del año pasado que se han hecho para salvar el colegio han estado determinados por la apatía de la gran mayoría de los habitantes del barrio. La propuesta del presidente y vicepresidente de la JAC para legalizar el colegio, la propuesta de convertirlo en una sociedad por acciones, la propuesta de un grupo de pobladores para crear una asociación de fundadores y las diferentes asambleas del barrio para tratar el tema del colegio entre otras actividades, se han caracterizado por la ausencia de los dueños naturales del colegio.

De este proceso se debe hacer una correcta síntesis, prácticamente al colegio le queda un semestre de vida, quizas el próximo año el CADEL no enviara estudiantes a la institución y que sumado a los mega colegios que están inaugurando la administración distrital en aras de garantizar el derecho a la educación en un 100% de su cobertura, hace que el Colegio Comunal villa de Suaita sea inviable.

Lo que queda de tiempo se debe aprovechar para tratar de reconstruir la confianza de los pobladores en los procesos comunitarios, es tarea del Comité Empresarial y de los miembros de la Junta de Acción Comunal que aun se mantiene activos, garantizar las condiciones mínimas de funcionamiento del colegio, priorizando la planta docente y administrativa.

Es responsabilidad de los pocos pobladores que aun no han perdido la fe en los procesos comunitarios, volver a invitar e involucrar a la comunidad a que se apropie de este proyecto, de tal forma que lo acumulado no se pierda y lo aprendido no se olvide. El colegio toca repensarlo y si definitivamente este no es viable, se debe construir un nuevo proyecto, que inicie como inició el colegio, es decir con participación comunitaria. Ideas pueden ser varias, ya se escucha voces de propuestas, el barrio necesita un centro cultural, una casa de la juventud, un centro de desarrollo comunitario, etc.

Los pobladores del barrio también deben colaborar para que los errores del pasado inmediato no se volver a repetir, y para que así como el ave fénix que surgió entre la cenizas, cualquier proyecto que surja del colegio, cuente con la participación decidida de la comunidad, para que realmente sea comunitario.
* El presente articulo no representa la posición del Comité Empresarial sino la del autor

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