A las clases dominantes les interesa controlar plenamente su retaguardia estratégica.
Por Rodolfo Hernández
Bogota, identificada como parte de las grandes áreas urbanas, se caracterizan por la alta concentración de la población y por la articulación y concentración de los ejes de la economía, la política y el aparato policial – militar, es decir, una zona estratégica de las clases dominantes.
Aun así, el régimen Uribista no tolera que las dos ultimas administraciones de la capital estén en manos del PDA y no completamente bajo su control, para lo cual en el marco de su estrategia contrainsurgente y fascista a trazado un plan para recuperar la capital e implementar la política de seguridad democrática sin restricciones.
Hace parte de ese plan dos modos de operar que se complementan. Uno, implementando una política contrainsurgente profundizando la presencia militar y paramilitar desde la periferia hacia el centro del poder y Dos, generando una condición política desde el centro del poder hacia la periferia que justifique la implementación de la política de seguridad democrática en la capital. Los últimos sucesos entorno a la desaparición y muerte de jóvenes de Ciudad Bolívar y el debate de la seguridad de la capital y la supuesta incapacidad de la administración del PDA para garantizarla, hacen parte de estos dos modos de operar.
- Implementación de una política contrainsurgente profundizando la presencia militar y paramilitar desde la periferia hacia el centro.
A pesar que el Gobierno Nacional argumente que ya no existe para militarismos o que la "bandas emergentes" son solo narcos o delincuencia común, el SAT (Sistema de Alertas Tempranas), la fiscalía, la procuraduría y el Gobierno Distrital demuestra que hoy día el paramilitarismo se ha implantado como redes, vinculados con sistemas de "seguridad privada", piratas o informales que "Cometen hechos de violencia contra la población civil, amenazas, desplazamientos forzados, homicidios selectivos, extorsiones".
A nivel Nacional las denuncias persisten y a nivel internacional también llegan denuncias, "la MAPP/OEA ha recibido información relacionada con amenazas realizadas por una organización que se hace llamar "Águilas Negras", en Bogotá, las cuales se han dirigido a organizaciones sociales, defensores de derechos humanos y el cuerpo diplomático", "La oficina también conoció casos de tortura atribuidos a miembros de la Policía Nacional ocurridos en comisarías o durante rondas policiales, en Bogotá, Huila y Norte de Santander. En el primero de ellos seis agentes de la Policía de Bogotá fueron destituidos (…) Se reportaron casos de maltrato atribuidos a miembros de la Policía contra la población transgenerista en ejercicio de la prostitución en Bogotá, Medellín y Cali"
Pero esta situación que hoy se esta denunciando no es exclusiva del segundo mandato de Uribe, "En enero de 2.001 Carlos Castaño hizo el anuncio oficial, de la presencia de las AUC en Cundinamarca y Bogotá por medio del Frente Capital y según sus declaraciones la nueva unidad urbana se conformó con hombres que aportaron los frentes que operaban en la región de Sumapaz (Frente Campesino por el Sumapaz y Bloque Centauros del Llano), las Autodefensas del Tolima y Quindío, y las Autodefensas de la zona esmeraldifera de Cundinamarca y Boyacá (Autodefensas de Cundinamarca)". Previo a esas declaraciones ya se registraban los crímenes de las AUC en la capital y sus alrededores como son
• Primeras incursiones en el Barrio Nuevo Chile en Bosa, altos de Cazuca en Soacha y en Ciudad Bolívar.
• Febrero de 1.997 barrió Villa Mercedes de Soacha. Ejecución de un poblador, luego de haberlo torturado y quemado.
• Junio de 1997.Seis muertos y seis heridos en un ataque a un campo de tejo donde se celebraba una fiesta en el sector de Altos de Cazuca en Soacha.
• 1997. Numerosos asesinatos de miembros de la UP-
• Asesinato de dos investigadores del Centro de Investigaciones y Educación Popular -CINEP-
• Asesinatos selectivos de defensores de derechos humanos reconocidos, como el abogado Eduardo Umaña Mendoza y María Arango Fonnegra
• En 1999 presencia de encapuchados bajo el rotulo de las AUC en los barrios aledaños de Corabastos.
• Asesinato del presidente encargado de la Junta de Acción comunal del barrio la Rivera.
• 2001 "compra de franquicias" de agrupaciones paramilitares por parte de Miguel Arroyave, quien habría adquirido las unidades militares a cargo de Carlos Castaño en la zona central del país-entres ellas el Frente Capital- por US$ 7 millones en 2001-.
• 2001.Altos de Cazucá. Fueron asesinados Ciro Alberto Rincón, Presidente de la Junta de Acción Comunal del Barrio Luis Carlos Galán; Luis Casallas, Presidente de la Junta de Acción comunal del barrio Villa Mercedes; José Cogua, Vicepresidente de la Junta de Acción Comunal del barrio la Hilda en Altos d e Cazucá
A esta altura ya se señalaba a Luis Enrique Rojas alias "Gary, jefe de sicarios del Frente Capital", como responsable de un centenar de homicidios de jóvenes entre los 14 y 22 años, señalados por la AUC como "desechables", "sapos" o "güerillos". De igual forma Martin Llanos con cerca de 120 hombres logró dominio en sectores como Suba, los Mártires, Germania y Usme-, mientras Miguel Arroyave al frente de cerca de 400 hombres, se hizo a sectores como el barrio Restrepo, Kennedy, Puente Aranda, las Ferias, 7 de Agosto, Bosa y Cazucá, entre otros, en donde apunta de amenazas y extorsiones, uno y otro fueron sumando jugosos ingresos a cambio de dar seguridad a industriales, comerciantes y tenderos, ingresos que recaudaban a través de las llamadas oficinas de cobro en los Sanandresitos, Corabastos y el 7 de Agosto.
Actualmente la defensoría del pueblo en respuesta al cuestionario del concejal del PDA Jaime Caicedo, certifica que los grupos paramilitartares que operan en bogota son:
• Bloque Central Santander
• Bloque Central Bolívar
• Bloque Cacique Nutibara
• Autodefensas Unidas de Colombia Nueva Generación
• Los Urabeños
• Las Águilas Negras
Los cuales tiene presencia o acciona en las localidades de Chapinero, San Cristóbal, Santafé, Rafael Uribe Uribe, Teusaquillo, Usme, Ciudad Bolívar, Bosa, Kennedy y Suba, tras la aparición de panfletos amenazantes. El siguiente grafico muestra la intensidad de esa presencia
En el mismo informe se señala que las actividades desarrolladas por estos grupos paramilitares son variadas, desde el lavado de activos, hasta el reclutamiento, pasando por el control social y el tráfico de estupefacientes, "Algunas localidades son utilizadas para establecer negocios de diversa índole para el lavado de activos entre ellos prostíbulos, bares, moteles y residencias. Ciudad Bolívar, Usme, Kenedy y Bosa, son utilizados adicionalmente para desarrollar actividades de control social y expansión de sus estructuras, reclutamiento forzado, abastecimiento y almacenamiento de insumos y trafico de estupefacientes." (…) Cometen hechos de violencia contra la población civil, amenazas, desplazamientos forzados, homicidios selectivos, extorsiones".
Adicionar a esto, la Secretaria de Gobierno testifica que "En el año 2006 se reportó presencia de estos actores armados en los barrios Caracolí y la Isla (Ciudad Bolívar) y en el año 2007 se reportó y se comunicó en confidencial la imposición de horarios por parte de grupos al margen de la ley que se identificaban como paramilitares en los barrios Bilbao (Suba) y en Diana Turbay (Rafael Uribe Uribe). En este mismo período se ha denunciado por parte de la comunidad reclutamiento de jóvenes en barrios de Ciudad Bolívar, Usme, Suba y Rafael Uribe Uribe".
Por el lado sindical, la CUT Bogota ha registrado del 2006 al 2008 la muerte de 8 de sus miembros pertenecientes a Sintraime, Sindimanuela Beltran, ADEC, ACEB, Asonal Judicial, ADE y UNEB Nacional. A esto se le suma el ultimo caso del Sindicalista desaparecido en Bogota el 22 de Abril de 2008, Guillermo Rivera Fúquene, qué según versiones de testigos fue capturado en horas de la mañana de ese día por agentes de la Policía metropolitana en los alrededores de la urbanización el Tunal luego de llevar su hija a la ruta escolar y que ya apareció su cadáver en la ciudad de Ibagué 84 días después de su secuestro.
Otro sector en alto riesgo por el accionar paramilitar son los jóvenes universitarios. El informe de riesgo No. 048 – 06 de la defensoría delegada para la evaluación del riesgo de la población civil como consecuencia del conflicto armado ha registrado las siguientes zonas universitarias como en riesgo por paramilitares:
· Campo Universitario Universidad Nacional
· La Perseverancia y la Macarena donde funciona la facultad de Ciencias y Educación de la UD.
· La Porciúncula, sede de la UPN
· Nueva Candelaria, en ciudad Bolívar, donde funciona la sede tecnológica de la UD
Según el informe, la población en situación de riesgo son 60 mil personas de la comunidad universitaria de la UN, UPN, UD, Colegio Mayor de Cundinamarca y Universidad Nueva Granada, con un nivel de riesgo ALTO.
Continuando con el informe de la Secretaria de Gobierno, está sostiene que un elemento central del paramilitarismo en la capital, es lograr consolidar su poder mafioso a través del lado de activos "por ser esta la ciudad que mejores condiciones brinda para ello". Dice la secretaria que "hay elementos que nos pueden mostrar que hay una gran actividad en ese sentido":
• El aumento de la construcción de vivienda en estratos altos y centros comerciales, en los que incluso hay almacenes con grandes superficies, muchos empleados y pocas ventas, salvo que algunas veces hacen promociones y rebajones para renovar mercancías.
• El incremento de mercancías de contrabando en sitios y calles de la ciudad a precios que realmente no compensarían la producción.
• El aumento de negocios como casinos y compra-ventas, hasta en los barrios de estratos bajos.
• El aumento de negocios como la venta de minutos a celular, telefonía móvil, C.D. con música y películas de manera informal y pirata.
• El incremento de sitios de prostitución, residencias y moteles muy finos y a precios realmente baratos.
• La venta de automóviles en concesionarios con muchas facilidades.
• La incursión en centros de poder económico como: CORABASTOS, San Andresitos, Frigoríficos, Central mayorista del pescado, centros comerciales de la ciudad, Esmeral Trade Center, entre otros.
Toda esta situación desmiente la tesis del gobierno y sus asesores de que el fenómeno paramilitar es algo ya superado, inexistente y en proceso de postconflicto. Los hechos son tan evidentes que la misma Fiscalía General de la Nación en un informe presentado por la Unidad Nacional de Fiscalía para la justicia y la paz, el 14 de Febrero 2008, lo ha tenido que reconocer en los siguientes términos.
"A través de los actos de verificación, investigación y obtención de información que adelanta el Despacho 5 de esta Unidad, se ha establecido la posible existencia de un grupo ilegal autodenominado Bloque Capital que hizo parte del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia-AUC, organizado en el año 2002 por José Miguel Arroyave Ruiz, comandante del Bloque Centauros, quien fue asesinado el 19 de septiembre de 2004", "Se ha logrado establecer también que el Bloque Capital delinquió especialmente en los municipios de Soacha, Chía, Cajicá, Funza y Zipaquirá y en el distrito capital en los sectores de Ciudad Bolivar, Cazucá, San Andresitos, Unicentro, Central de Abastos y Suba. En Bogotá su principal actividad se concentró en la organización de las denominadas "oficinas de cobro" al servicio del narcotráfico, para extorsionar a comerciantes y cometer acciones de "sicariato"."
Todota esta intensidad para militar ha sido conformada por uno de los máximos jefes paramilitares Salvatore Mancuso cuando aseguró que el Vicepresidente se reunió varias veces con los ex jefes de las AUC. Y dijo "Me sorprendí porque lo noté identificado con la causa y porque le dijo a (Carlos) Castaño que le gustaba el modelo (paramilitar) de Córdoba y que le gustaría que se repitiera en Bogotá". (Fuente: Revista Semana Fecha: 05/19/2007 -1307).
- Generación de una condición política desde el centro del poder hacia la periferia que justifique la implementación de la política de seguridad democrática en la capital
En la siguiente cita se expresa claramente la posición del régimen Uribista frente al nuevo y viejo fenómeno paramilitar. "La característica común a todos ellos es que su principal motivación es obtener ganancias del narcotráfico y sustraer rentas de una gran variedad de actividades ilícitas. A diferencia de los anteriores grupos paramilitares, ya desmovilizados en su mayoría, las bandas emergentes no tienen una dinámica contrainsurgente y no tienen como objetivo importante el de ser una fuerza de contención de los grupos guerrilleros".
Esto solo expresa una estrategia de ocultamiento del nuevo accionar paramilitar a la espera de que dé sus frutos, mientras que a la par se va implementando el segundo modo de operar, generar una condición política desde el centro del poder hacia la periferia que justifique la implementación de la política de seguridad democrática en la capital, como pieza fundamental para retomar el control de la administración distrital.
En ese sentido, las clases dominantes están subestimando aspectos gravísimos de la verdadera inseguridad como es el paramilitarismo y el tratamiento de guerra a los conflictos sociales (estudiantiles, protestas cívicas ciudadanas, etc.) para mostrar los resultados exitosos de la seguridad democrática y su necesaria implementación en la capital. A cambio están sobreestimando los verdaderos temas de seguridad (tasa de homicidios, los hurtos, lesiones personales, el secuestro, Violencia Criminal, etc.) que tienden a la baja, para mostrar como ineficiente y blanco a la administración del PDA.
En este contexto el tema de la seguridad que se viene agitando, va acompañado con señalamiento, estigmatización y una opinión pública favorable para golpear al sector democrático en general y a algunos sectores de interés como los jóvenes en particular. En Bogotá "estamos pasando de la criminalización a la política de "Securitización", [que no es otra cosa que] la inscripción de temas en la agenda de seguridad como consecuencia de la incapacidad o (falta de) voluntad política de abordarlos dentro de los marcos políticos y jurídicos normales". Se trata de la ampliación del concepto y la agenda de seguridad a aspectos que deben ser abordados en el ámbito de lo político, económico, social y ambiental.
Es esto lo que explica la intensa campaña auspiciad por los medios de comunicación e iniciada por la senadora Gina Parody en donde sustentó que "Las FARC se están infiltrando en las universidades bogotanas y ni quiera hay un pronunciamiento del alcalde al respecto", de igual forma explica las constantes intervenciones del representante a la Cámara, Nicolás Uribe, quine sustenta que "la Administración Distrital está "maquillando" las cifras e indicadores de seguridad de los bogotanos, transformando y adecuando la delincuencia a diferentes modalidades para la conveniencia del Gobierno loca". Y por supuesto las enérgicas palabras del vocero de la bancada de Convergencia Ciudadana, Rafael Escrucería Lorza, tanto en el Concejo de Bogota como en la plenaria de Cámara de Representante donde sustentó que ante el incremento en los hechos violentos en la ciudad, es necesario recurrir a la política de Seguridad Democrática del Presidente Álvaro Uribe Vélez, pues según él, las prioridades en seguridad han cambiado y "Esto deberá obligar al establecimiento de nuevas estadísticas, nuevos actores en el análisis, toma de decisiones, nuevas estrategias de sensibilización y generación ciudadana que elimine la percepción de una urbe totalmente insegura".
Las clases dominantes saben que es a través del tema de seguridad que le pueden arrancar al PDA la administración de la capital, ellos parten de la campaña mediática donde al ciudadano del común le han mostrado como principal problema de la nación la falta de seguridad provocada por el "terrorismo" de la insurgencia y de todo aquel que vaya en contra vía de la Casa Nariño. Es tal la manipulación entorno a este tema, que genera contradicción en su seno, al punto que tergiversan, critican e intentan desmentir estudios como los de la fundación Seguridad y Democracia del portavoz de derecha Alfredo Rangel quien sostiene que "Bogotá es una de las ciudades importantes con mejores índices de seguridad en el continente y presenta una tendencia sostenida a seguir mejorando en este aspecto".
Es el mismo Alfredo Rangel quien deja ver el interés del Estado en demostrar a toda costa que Bogota es insegura, "No obstante la contundencia de los datos anteriores (se refiere a los datos que demuestra que Bogota es una de las ciudades con mejores índices de seguridad en el continente), algunas versiones de prensa que señalan a Bogotá como la más insegura de América, basadas en un estudio internacional de seguridad personal de la empresa Merce, consultora internacional especializada en recursos humanos. Pero resulta que la Clasificación de Seguridad Personal en la Encuesta Mundial sobre Calidad de Vida de dicha la empresa es más un indicador de seguridad y estabilidad laboral, útil para tomar decisiones sobre empleo de recursos humanos, pero que en rigor no sirve para evaluar la situación de seguridad de una ciudad ni sus niveles de criminalidad.
En efecto, para establecer la clasificación de las ciudades en relación con la seguridad del personal de una empresa, esa Encuesta toma en cuenta la estabilidad política interna, las relaciones con otros países, los conflictos políticos, y el riesgo económico, además de la criminalidad. Incluso sus diseñadores dicen que "el tráfico urbano y los niveles de contaminación" pueden influir en la seguridad del personal, lo cual puede ser cierto en un sentido muy amplio, pero que no está relacionado estrictamente con los indicadores de criminalidad de una ciudad. De tal manera, al mezclar variables de una naturaleza tan variada como la macroeconomía, la dinámica política y las relaciones internacionales de un país, no se puede establecer una categorización de ciudades violentas y ciudades seguras en el sentido más estricto de la palabra.
Por esta razón, no corresponde a la realidad afirmar que "Bogotá es la ciudad más violenta de Latinoamérica" (El Espectador, 25 de Junio, pag. 1), basándose en estudios cuyos indicadores están apreciando situaciones distintas a la violencia y el crimen en las ciudades".
En torno a esta puja por si Bogota es o no segura, el casi precandidato presidencial Juan Manuel Santos se atrevió hacer un acto inconstitucional y autoritario al convocar a un consejo de seguridad en Bogota sin la participación del alcalde mayor quien por ley debe convocar y presidir. El argumento de Santos fue, "No creo que el nombre importe, lo importante es la seguridad del país, siempre hemos hecho este tipo de actos con la misma dinámica, escuchando a la comunidad y luego tomando decisiones". Esta misma actitud de tomarse o retomar a Bogota la ha expresado el mismo Uribe, "Le pido a la ciudadanía de Bogotá que conserve la calma, y que rodee la Fuerza Pública, por que vamos a derrotar el terrorismo y no vamos a permitir el terrorismo como medio de presión". O sin ir mas lejos recordemos las declaraciones entorno a la Universidad Distrital y los videos de su precandidata a la alcaldía Gina Parody, "Ayúdenme a reelegir la seguridad democrática, la confianza inversionista para que este país construya cohesión social. No nos vayamos a equivocar ni a dejar distraer. Que podamos estar tranquilos con una persona que me supere en competencia, en modales, pero que sea igualmente firme en la lucha contra los bandidos"
Volviendo con Rangel, él nos da los elementos para desmentir al régimen, y no es que esté se haya vuelto de izquierda, todo lo contrario sus premisas las plantea desde una óptica de derecha que bien podría llamarse, derecha ilustrada, al sostener que "Al adversario hay que evaluarle no sólo sus intenciones, sino su capacidad para llevarlas a cabo (…) Bajémosle a la histeria, por favor, que para eso vamos ganando". A hora veamos los que dice de la seguridad en Bogota "Pero Bogotá no solamente es una de las capitales más seguras de América, también es una de las capitales más seguras de Colombia, como lo demuestra la Encuesta Anual de Criminalidad y Victimización en las Ciudades más Grandes de Colombia realizada por la Fundación Seguridad y Democracia (Nov. 2007), y que además de Bogotá incluye las ciudades de Medellín. Cali, Barranquilla, Cartagena y Cúcuta. Adicionalmente, la mejoría en la seguridad de Bogotá se mantiene año tras año como lo corroboran la comparación de las cifras de los delitos ocurridos entre los meses de enero y mayo de 2007, y el mismo periodo del presente año. En efecto, el homicidio disminuyó en 9%, los casos de lesiones personales bajaron 40%, el secuestro decreció en 54%, el hurto a personas bajó 20%, el hurto a establecimientos comerciales disminuyó 52%, el hurto a bancos descendió en 50%, el hurto a residencias bajó un 48%, y el hurto a vehículos decreció en 14%. Y como si fuera poco el mismo estudio de la fundación Seguridad y Democracia platea las reales causas de inseguridad "Con respecto a las principales causas de inseguridad, los bogotanos consideran que son en primer lugar la falta de justicia (28%), seguida por la desocupación de los jóvenes (26%) y la pobreza (24%)" .
Con todo esto queda claro el segundo modo de operar de las clases dominantes para retomar el control de la capital: Generar desde el centro del poder una condición política que justifique la aplicación de la seguridad democrática en la capital. Con esto pretenden a corto plazo arrinconar más a la administración para que sede en sus planteamientos sobre seguridad, aumente el pie de fuerza, asuma el concepto de guerra para el tratamiento de temas de seguridad. A mediano plazo, pretenden garantizar la elección de un candidato Uribista.
De acuerdo con la última edición de la revista Cambio, en su intervención en Estados Unidos ante un grupo de residentes, empresarios y periodistas, José Obdulio Gaviria Fue categórico al afirmar que las 'Águilas Negras' son una "marca creada para hacer aparecer amenazas cuando convienen las amenazas" y que el paramilitarismo es cosa del pasado. http://www.wradio.com.co/nota.asp?id=651884
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